Don't let me down.

Odio, odio, odio con toda mi alma los arranques emocionales que me agarran de tanto en tanto. Hoy, al ver ese maldito mensaje, casi rompo todo. Se me llenaron los ojos de lágrimas y no pude evitar, por más que intenté, llorar como un bebé. Pasaron tantas cosas por mi mente que tuve miedo de hacer alguna locura. Es realmente sorprendente lo que una persona puede llegar a pensar cuando se siente sola, herida o triste. Y yo hoy sentí (y siento) esas tres cosas. Fue como un huracán de emociones que se apoderó de mí, a tal punto que me cegó por completo y me hizo capaz de hacer cualquiera cosa. Si no lo hubiera pensado dos veces... me dan escalofríos de sólo pensar lo que podría haber hecho. Necesito sentirme tranquila. Daría todo por poder encontrar una calma interna que me deje hacer mi vida, sin sufrir ni volverme loca. Odio sentirme así. ¿Cuántas veces dije esa frase durante el último tiempo?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario