Hoy es uno de esos días en los que me gustaría desconectar la parte racional de mi mente y simplemente, dejarme ser. Dejar que mis sentimientos fluyan sin control, que mis pensamientos vaguen por donde quieran. Dejar que mis ojos se cierren y que mi cabeza delire con sueños absurdos y deseos profundos. Olvidarme de la distancia e imaginar que estás aca, conmigo, a mi lado. Recordar esos momentos y poder reírme de tu tierna soberbia; pensar en el brillo que tenían tus ojos y fingir que me estoy reflejando en ellos. Cantar mi canción favorita, sintiéndome una estrella de rock. Poder bailar al ritmo de miles de melodías clásicas, sin seguir ninguna coreografía. Tirarme sobre mi cama y cantar en voz bajita todas las canciones de amor que quiero que escuchemos juntos. Asumir que no hay nadie en este mundo más que vos y yo; creer que el sol va a salir mañana. Levantar mis ojos al cielo y maravillarme con las miles de estrellas que brillan para nosotros; mirar el amanecer, tendida sobre el pasto. Leer mi libro favorito mil veces, como si fuera la primera vez; reirme por cosas tontas sólo para ser feliz.