Si viniera un genio y me dijera 'te doy tres deseos', esto sería lo que pediría: 1) poder confiar de verdad en mis amigos para así poder pasar tiempo con ellos como antes; 2) pasar tiempo con ella para poder hablar, reírnos, escuchar música y aclarar mis dudas; 3) pasar tiempo con él para poder olvidarme de absolutamente todo y simplemente sentir.
Debe ser la primera vez en mi vida que no deseo nada material. Ahora me doy cuenta de la importancia de las personas, de las cosas abstractas. Hoy me doy cuenta de cuanto vale una sonrisa franca, las palabras reconfortantes de un amigo, el sentir que confiás plenamente en la persona que tenés enfrente y que darías todo por él/ella, el abrazo de esa persona que hace que todo lo que está a tu alrededor simplemente desaparezca, el que una persona te haga sonreír de verdad, el reír hasta que tenés lágrimas en los ojos y te duele la panza. Cosas simples, pequeñas que valen oro y que enriquecen nuestras vidas.
A veces, estás rodeada de muchas personas pero sólo necesitás a unas pocas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario