¿Sabés qué, John? Hoy llegué a una conclusión de lo más reconfortante. Si no le pongo ganas, onda y fuerza a las cosas, la vida se me va a escapar de las manos. Tengo una semana y media de vacaciones por delante, mis 16 años y mucho tiempo libre. ¿Qué mejor forma de disfrutar las vacaciones que con una enorme sonrisa en mi cara? Hoy me levanté y tuve un momento bastante amargo. Ya veía venir otro fin de semana depresivo. Pero no. No voy a pasar un fin de de semana depresivo. No vale la pena gastar mi tiempo en estúpidos miedos, inseguridades y quejas. Entonces me dije 'Este puede ser un gran día. Sólo hay que ponerle un poco de ganas.' Y aca estoy, escuchando Queen y escribiendo estas palabras con una sonrisa bieeeeen bieeeeen grande en mi cara. Y aunque no haya hecho lo que ayer pensaba que iba a hacer y eso sea feo, voy a ser positiva y voy a aprovechar cada minuto. Voy a hacer cosas que hacía mucho que no hacía, como cocinar. Y otras que son de lo mas liberadoras, como bailar al ritmo de Don't Stop Me Now, sin preocuparme por lo ridícula que parezca. La vida es una sola, my dear. No lo voy a olvidar.
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