Dios. Todavía me cuesta creer que de verdad pasó. No me alcanzan las palabras para explicar lo que fue ESE momento. Fue tan tan tan... Increíble, maravilloso, magnífico. Es uno de esos momentos que son dignos de recordar, una y otra vez, hasta el cansancio. Unos de esos eternos instantes en los que deseás ser capaz de detener el tiempo para que nunca pero nunca se termine. De sólo pensar en lo que me dijiste, en la forma en que me abrazabas, en el sonido de tu corazón... AH, DIOS ♥
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