Creo que voy a tener que aprender a disfrutar sin preocuparme. A dejar de tener tanto miedo y dedicarme a vivir las cosas buenas de mi vida, sin estar todo el tiempo pensando en lo que podría salir mal. Ojo, no hablo de olvidarme de los límites y hacer cualquier cosa. Hablo de desechar lo malo y valorar lo bueno, las cosas que valen la pena. Hoy, en un momento de reflexión, me dí cuenta que invierto demasiado tiempo en preocupaciones. Hasta yo me cansé de tanto pensar y darle vueltas a cosas que no tienen sentido. ¿Por qué arruinar mis relaciones más preciadas con inseguridades, miedos y tristeza? Es mejor emprender los días con una sonrisa, buena música (no puede faltar) y buena onda. Seguramente mi amigo, el mal humor va a intentar apoderarse de mi persona pero voy a hacer mi mejor esfuerzo para que eso no suceda. 

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