I'm sitting across from you And dreaming of the things I do I don't speak, you don't know me at all
For fear of what you might do I say nothing but stare at you And I'm dreaming I'm trippin' over you
Truth be told My problems old You mean the world to me but you'll never know You could be cruel to me While we're risking the way that I see you That I see you
Conversations Not me at all I'm hesitating Only to fall And I'm waiting, I'm hating everyone
Could it be you fell for me? And any possible similarity If its all, how would I know? You never knew me at all but I see you But I see you
I'm standing across from you (But I see you) I've dreamt alone, now the dreams won't do (But I see you) I'm standing across from you (But I see you) I've dreamt alone, now the dreams won't do (But I see you)
Pueden decir que soy una soñadora, pero no soy la única. Claro que no soy la única. Al menos eso es lo que creo hoy. El mundo esta lleno de soñadores, créanme. Leí una vez en una revista la frase “quien no tiene sueños carece de alma”. En ese momento me pareció algo drástica pero ahora comprendo que estaba mucho más cerca de la verdad de lo que yo creía.
Sin embargo, esta certeza no formaba parte de mí hace unos meses. Es más, si alguien me hubiera dicho que esa frase era cierta, el agosto pasado, me le hubiera reído en la cara.
Yo era una de esas personas carente de sueños y de alma. Mis días transcurrían encerrados en la monotonía y la rutina. No anhelaba ni deseaba nada, sólo existía. Yo era sólo una sombra que existía… hasta que lo conocí a él.
Entró a la tienda de videojuegos donde yo trabajaba un frío día de agosto. Vestía una camiseta raída con un logo en ella, unos pantalones arrugados y un par de maltratadas Converse. A pesar del frío invernal que hacía afuera, el sólo traía esa camiseta negra con unas letras y un símbolo dorado.
Me llamó la atención que un rockero como aquel entrara a la tienda. La gente cool y moderna compraba sus videojuegos en el centro comercial, sólo los nerds eran clientes de esa tienda.
Como dije, me llamó la atención pero sólo por unos instantes. En esos momentos no existía nada que me produjera una real sorpresa.
Ignoré a ese joven extraño y seguí acomodando las cajas de los videojuegos. La tarde había sido muy aburrida y, si eso era posible, aún más monótona de lo normal. Suspiré y miré mi reloj. Eran las 17:30. Sólo faltaba media hora para que terminara mi turno. Volví a suspirar, pero esta vez con un dejo de tristeza. Dirigí mi mirada a los videojuegos otra vez y me encontré con el extraño muchacho de la remera negra junto a mí. Compuse mi mejor cara de “¿qué necesita?” y posé mi mirada, por primera vez en mi vida, en esos maravillosos ojos claros.
-Buenos días- me saludó con una voz suave y amable.
Asentí levemente, algo atontada.
-Estoy buscando algún juego infantil- me explicó, componiendo una sonrisa- Realmente no tengo idea acerca de videojuegos-
Volvió a sonreír, como disculpándose por su falta de conocimiento.
-¿Cuántos años tiene el chico o chica?- le pregunté, temblorosamente.
-Joan tiene 9 años.
-Bien, sígame por favor- murmuré, yendo hacia el lado sur de la tienda.
-No me trates de usted, te lo suplico- me pidió, con otra sonrisa- Me haces sentir como una persona responsable.
Se echó a reír y pasó su mano derecha por entre su cabellera café.
-Cualquiera de estos son para niñas de esa edad- dije bruscamente, señalándole el primer estante frente a mí.
-Muchas gracias…- miró mi camiseta en busca de una identificación.
-Josephine.
-Muchas gracias, Josephine- dijo, regalándome otra de sus sonrisas.
Lo miré y no pude evitar devolvérsela. Irradiaba una energía positiva que era contagiosa.
Me di vuelta y fui derecho al baño. Entré y cerré la puerta en silencio.
-Cielos- murmuré para mí- Eso fue intenso.
Abrí la canilla y me eché agua fría en el rostro. Sentía la cara ardiendo, como si tuviera fiebre. Me miré en el espejo y descubrí que mis mejillas tenían el tono rojizo de las frutillas.
Inspiré hondo varias veces y decidí salir.
El joven estaba frente a la caja, sonriéndome. Fui detrás del mostrador y tomé el videojuego que me entregaba sin mirarlo a los ojos.
-Son 30,50 – le informé.
-Aquí tienes- me entregó un billete de 50 dólares.
-¿Lo envuelvo para regalo?
-Por favor, si no es molestia.
Saqué el papel de regalo de flores que había en el cajón junto a la registradora y comencé a envolver la cajita.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Asentí, sin levantar la mirada.
-¿Te sientes feliz con tu vida?
Alcé mis ojos, sorprendida por la profundidad de su pregunta. Sus ojos celestes eran comprensivos, amables pero sin caer en la compasión.
-No lo sé- contesté, sinceramente.
Asintió y sus ojos se oscurecieron.
-Aquí tiene su cambio y el regalo- dije, como si nada hubiera pasado.
-Gracias- susurró, sin sonreír.
-De nada.
Tomo la bolsa y el dinero y salió del local sin decir ni una palabra. Lo contemplé hasta que desapareció por la esquina.
My first thought Said With no line, you’ll get lost this time If you don’t know where you’re going My second thought said It’s okay, okay to change It’s time you started growing
So there I stood without a clue My head tried to tell me what to do My heart started playing tug-of-war Like it’s out of my hands
(Chorus) Fearless when I’m scared to move I’m overdue Daring to be different Scream yes, yeah I’m awake I will not break Daring to be, daring to be different
The whole world tells me If I choose wrong I won’t belong I better make the right decision But what they do and What they say Are not the same They’re a spinning contradiction
It’s just the old that they call new Dizzy from all the points of view Closing my eyes while breathing in Look up, let go, no hands
(Chorus)
Different, different
I can't help but fall
Maybe I know somewhere deep in my soul that love never lasts. And we've got to find other ways to make it alone or keep a straight face. And I've always lived like this keeping a comfortable, distance. And up until now I swored to myself that I'm content with loneliness,'cause none of it was ever worth the risk.
But you are the only exception