Te veo ahí,
tan hermoso, tan perfecto. Me derrito de sólo mirarte, de sólo imaginar que podría besarte. Entonces, rompo a reír por tus palabras, sientiéndome
feliz después de tanta oscuridad. Vos clavás tus ojos en mí,
dejándome a tus pies, llenándome de dudas y de "tal vez". Desvío la mirada y reprimo una sonrisa, quizás esto sea algo más que sueños en tiza. Y vos seguís ahí, tan hermoso, tan perfecto,
tan posible como incierto.
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